Rostro misericordioso de Dios
Hay realidades diferentes,
a veces tan duras, que nos
asustan,
a veces tan frías que nos
duele el corazón,
algunos solo miran de lejos
sin prestar atención,
otros llenos de amor sienten
su corazón palpitar
y valientemente enfrentan esta
realidad para ayudar.
Algunos lloran por el dolor
del mundo
y oran desesperadamente a
Dios.
Algunos caminan por el barro
bajo la lluvia,
bajo el inclemente sol,
por las regias nevadas o entre
la basura
para llevar un poco del pan
espiritual,
porque no se trata de llevar
vestidos y alimentos,
ellos solo necesitan ver en
nosotros:
El rostro misericordioso de
Dios.
Kenia Navas.
Obra social Marista: “Champagnat,
Un corazón sin fronteras”.
Maicao-La Guajira.