MARÍA DE MI PUEBLO
con ojos claros, corona brillante,
cabello dorado y lujoso manto,
hace madre que te sienta muy distante.
No vives en santuarios de turistas,
estas en los barrios, en calles de centro.
Tú vas caminando, buscando el sustento
no te quedas encerrada en el templo.
Buena Madre hoy te miro así,
te siento cercana, María de mi pueblo,
ojos color café, sacramento del encuentro,
anima nuestra esperanza, ayuda a caminar al
pueblo. (Bis)
Conoces bien la vida de mi pueblo,
haciendo el mercado, regateando el precio,
sudando la escoba, cuidando al enfermo,
tu silencio es sonrisa y es encuentro.
Escuchas Madre todos los lamentos,
de quien hace magia estirando el sueldo
te hablan de fracasos, de cariños muertos,
para el triste eres consuelo y aliento.
